El Programa Allin-Yaku (palabra Quechua que significa agua segura), busca establecer y/o reforzar cadenas de valor alrededor de los servicios de agua y saneamiento rural, a través de la promoción de un ecosistema de innovación para la incubación de talento, desarrollo tecnológico y emprendimientos con impacto social. De este modo, se busca transitar del estatus quo actual – con el Estado como proveedor de infraestructura y las organizaciones comunales a cargo de la operación y mantenimiento - hacia uno en el que se darán las condiciones de mercado para proveedores locales brinden servicios integrales y de calidad a las poblaciones rurales, haciendo un uso más eficiente de los recursos públicos y privados.

 

​